viernes, 18 de julio de 2008

SONATINA -Celedonio Flores


La bacana está triste, ¿qué tendrá la bacana?

Ha perdido la risa su carita de rana

y en sus ojos se nota yo no sé qué penar;

la bacana está sola en su silla sentada,

el fonógrafo calla y la viola colgada

aburrida parece de no verse tocar.

Puebla el patio el berrido de un pebete que llora,

tiran bronca dos viejas y chamuya una lora

mientras canta "I Pagliacci" un vecino manghín,

la bacana no ríe, la bacana no siente,

la bacana parece que ha quedado inconsciente

con el mate ocupado por algún berretín.

¿Piensa acaso en el coso que la espera en la esquina?

¿En aquel que le dijo que era muy bailarina

con tapín de mafioso, compadrito y ranún?

¿En aquel que una noche le propuso el espiante?

¿En aquel cajetilla, entallao de elegante?

¿O en aquel caferata que es un gran pelandrún?

¡Oh la pobre percanta de la bata rosa!

quiere tener menega, quiere ser poderosa,

tener departamento con mishé y gigoló,

muchas joyas debute, un peleche a la moda.

Porque en esta gran vida el que no se acomoda

y la vive de grupo, al final se embromó.

Ya no quiere la mugre de la pieza amueblada,

el bacán que la shaca ya la tiene cansada,

se aburrió de esa vida de continuo ragú;

quiere un pibe a la gurda que en el baile con corte

les dé contramoquillo a los reos del Norte,

los fifí del Oeste, los cafishios del Sú.

-"¡Vamos, vamos pelandra! -dice el coso que llega-,

esa cara de otaria que tenés no te pega,

levantate ligero y unos mangos pasá".

Está el patio en silencio, un rayito de luna.

se ha colado en la pieza mientras la pelandruna

saca vento de un mueble y le dice: -¡Tomá!